Tanto para los que os iniciáis en el mundo de la reparación como para los que lleváis algún tiempo haciéndolo, he recopilado unos consejos que os pueden ser de utilidad:
1. Asumes un riesgo cuando decides repararlo.
Antes de empezar con una reparación, ten en cuenta que estás asumiendo un riesgo. Si no tienes los suficientes conocimientos, puedes dañar el teléfono en algún aspecto distinto al que estás reparando. Por ejemplo, te entrarán sudores fríos si te pones a sustituir la batería del teléfono de tu cliente y se rompe un cable de datos… ¡¡y no tienes repuesto!!
Prepárate bien todas las reparaciones que ofreces en tu catálogo de servicios, anota cualquier aspecto que hayas sufrido para tenerlo en cuenta en la reparación real.
2. Hacerte con todas las piezas que necesitas para reparar puede ser laborioso.
Una vez que te has decidido incorporar una nueva reparación a tu catálogo de servicios, el siguiente paso es obtener las piezas que vas a necesitar. Hazte con un despiece del terminal para identificar las partes y guarda un stock mínimo de las piezas de las reparaciones comunes y de las que puedas necesitar durante la reparación, de manera que puedas dar un servicio lo más rápido posible. Piensa que el cliente que te lleva su teléfono no suele estar dispuesto a esperar más de lo que le prometiste, ¿cuánto tiempo puedes estar tú sin tu teléfono móvil? ¿Has pensado en ofrecer un terminal de sustitución?
3. Utiliza las herramientas correctas.
Con la pieza que vas a sustituir en tus manos (o de camino), ve pensando qué herramientas vas a necesitar. Recuerda que los tornillos de los móviles y tabletas no son siempre del mismo tipo y no hay nada peor que estropear el cabezal y no poder sacar el tornillo. Algunos terminales necesitan del destornillador de 5 puntas Pentalobe, otros de tipo Torx o Phillips. Te recomiendo que te hagas con un juego completo de destornilladores, de manera que puedas cubrir cualquier imprevisto.
Además de los destornilladores, querrás tener otras herramientas que te ayudarán a hacer palanca o soltar carcasas, ventosa, pinzas, adhesivo, incluso te vendrá bien tener a mano un secador de pelo, posiblemente le des más uso del que crees.
4. Prepara tu lugar de trabajo.
No uses cualquier sitio en la cocina o en la mesa del comedor para reparar el terminal, prepara tu lugar de trabajo, despeja la mesa y ten a mano las herramientas y piezas para la reparación. Aparta cualquier líquido que puedas tener cerca y pueda derramarse mientras reparas. Ten un lugar seguro para dejar los tornillos y que no se pierdan. Asegúrate de tener espacio suficiente para ir separando las piezas que vas quitando en orden y que la luz sea la adecuada.
Por último considera tener una pulsera anti estática o un material anti estático sobre el que realices las reparaciones.
Te podrá ser de mucha utilizad tener un acceso a Internet en tu lugar de reparación, ya que podrás encontrar información y/o vídeo tutoriales sobre la reparación que estás realizando que te facilitarán el trabajo.
5. Tomate tu tiempo.
No fuerces nada, no te apresures, tómate tu tiempo, debes de reparar el terminal con tranquilidad y sin agobios. Si estás teniendo problemas en quitar la cubierta trasera, posiblemente es porque no has quitado un tornillo o porque hay un adhesivo que tendrás que calentar para que se despegue.
No fuerces nada, si lo fuerzas y lo rompes tendrás dos problemas añadidos y es posible que no tengas el material necesario para reparar lo dañado.
Toma nota y documenta las nuevas reparaciones, de manera que para la próxima, te servirán de guía y tardarás menos..
¡Suerte!